lunes, 28 de junio de 2010

El Escaso.

No estudié la EGB en los Escolapios.

No, mi padre por entonces era director y propietario de un pequeño colegio subvencionado de preescolar y educación básica, y fue en él en el que yo permanecí desde los tres hasta los catorce años.

Pero, luego, y tras intentarlo primero sin éxito en los Mercedarios de la Ciudad de los Angeles ( exigían saber algo de francés y nosotros no lo habíamos estudiado ), yo y otros dos amigos recalamos en los Escolapios.

Para mí el cambio fue brutal.

Yo, en el colegio de mi padre, era "el hijo del Director" y los profesores algunas veces los llegaba yo a considerar como miembros de mi propia familia, y en cambio en los Escolapios me recibieron desde el primer día a golpe de silbato.

Y así, yo, durante esos primeros meses, durante ese primer año, no dejaba un sólo día de estar alucinado.

Por eso, y también por ser yo "muy inocentón y aún bastante aniñado" me topé con que enseguida me colocaron el mote de "El Escaso".

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